Receta de patatas al horno con queso y jamon

No hay duda de que disfrutar de un buen plato de patatas con queso y jamón, bien sea como aperitivo o como parte de un menú, es algo realmente apetecible. Eso sí, no te pases si estás a dieta que luego pasa lo que pasa.

No obstante, siempre hay formas de hacer de esta delicia algo menos calórico. En este caso, por ejemplo, haciendo esas patatas al horno en lugar de friéndolas.

Por si fuera poco, es una elaboración con muchas ventajas, pues resulta muy sencilla de hacer. Tampoco se necesitan muchos ingredientes.

Patatas rellenas al horno con queso y jamón

Vamos ya con nuestra receta. Para que el plato sea más completo y con un extra de sabor vamos a agregar puerro a los ingredientes.

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El toque final se lo daremos rellenando las patatas con un exquisito sofrito y un cremoso relleno que logran que se nos haga la boca agua ya con solo leer cómo se prepara. En aproximadamente hora y media las tendrás listas.

Ingredientes (cantidades para cuatro personas)

• Cuatro patatas medianas/grandes (procura que sean del mismo tamaño)
• Un puerro
• Cien gramos de queso crema
• Cien gramos de jamón serrano (en lonchas gruesas o tacos)
• Orégano, sal y aceite de oliva
• Pimienta negra (recién molida)
• Cien gramos de queso rallado (para gratinar)

Elaboración

1. Precalienta el horno a 180º C con calor arriba y abajo (y ventilador).
2. Lava las patatas a conciencia debajo de un chorro de agua fría.
3. Envuelve las patatas en papel de aluminio hasta que veas que han quedado completamente cubiertas.
4. Pon las patatas en la bandeja del horno a una altura media.
5. Deja que se horneen durante un tiempo de entre tres cuartos de hora y una hora (el tiempo necesario dependerá de su tamaño).
6. Para saber si están bien, pínchalas con un palillo cuando hayan pasado unos 45 minutos. Si el este entra fácilmente y ya no están crujientes en su interior querrá decir que ya puedes sacarlas del horno.
7. En el caso de que todavía tengan que hornearse un poco más, estate pendiente de que solo sea unos minutos. Si quedaran muy blandas sería muy perjudicial para el resultado final, pues rellenarlas ya sería prácticamente imposible.

Mientras las patatas se están horneando puedes aprovechar para ir preparando el relleno:

1. Corta el tallo verde y las raíces del puerro.
2. Quítale la capa más externa.
3. Córtalo por la mitad y después en tiritas finas (si quieres puede reservar la parte verde, pues puede servirte para hacer después un caldito casero).
4. Corta el jamón serrano en tacos pequeños.
5. Echa en un sartén un chorrito de aceite y el puerro. Ponla a fuego medio.
6. Deja que se cocine durante unos cinco minutos o hasta que veas que empieza a dorarse un poco.
7. Cuando esto pase, agrega el jamón y deja que se cocine con el puerro durante unos dos o tres minutos más.
8. Junta el puerro y el jamón con el queso crema. Agrega también pimienta negra (al gusto).
9. Mezcla todo a conciencia hasta que quede perfectamente integrado.
10. Cuando las patatas estén listas, ya puedes quitarles el papel de aluminio.
11. Corta las patatas por la mitad.
12. Pon las patatas en una bandeja cubierta con papel apto para horno.
13. Vacía un poco las patatas ayudándote con una cuchara sopera.
14. Lo que vaya sobrando de la patata ve echándolo en el bol que contiene la mezcla que servirá para rellenarlas después.
15. Mezcla el relleno de nuevo y aplástalo un poco con un tenedor para que así no queden grumos grandes de patata.
16. Pruébalo para ver cómo está de sal y rectifica si es necesario.
17. Precalienta el horno a 200º C con calor arriba y abajo. Mientras, ve rellenando las patatas con una cuchara sopera hasta que veas que el relleno esté bien repartido.
18. Espolvorea el orégano y el queso rallado por encima (la cantidad queda a tu elección).
19. Mete la bandeja con las patatas rellenas en el horno.
20. Deja que se horneen durante unos diez minutos o hasta que veas que el queso empieza a dorarse.

Y ya tienes tus deliciosas patatas rellenas con queso y jamón. Lo ideal es que las comas inmediatamente después de que salgan del horno, pues es como mejor están.

No obstante, puedes prepararlo todo y dejar los diez últimos minutos de horneado para cuando vayas a comerlas. Además, se conservan sin problemas durante dos o tres días en la nevera. Con recalentarlas después en el horno o en el microondas, suficiente.

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El tipo de queso es orientativo, así que, si quieres experimentar con algún otro como el azul o el de rulo de cabra, adelante. También puedes sustituir otros ingredientes (por ejemplo, el jamón serrano por jamón cocido) para darle un toque diferente.

Lo cierto es que la fusión de las patatas tan tiernas con el relleno y el queso gratinado por encima hacen de esta una opción a la que muy pocos pueden resistirse. Para acompañarlas basta con algo ligerito como una ensalada o una guarnición.

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